DESPERTAR A LA VIDA
Mi corazón golpeaba
despertándome a la vida,
temía vivir dormida
sin sueños, sin alegrías.
Más, de pronto en el silencio
es mi sangre la que grita,
no te vas a detener
mantente firme y erguida.
Por si cayera otra vez,
una voz fuerte me grita,
que si, que si, que ahí vas
totalmente fuerte y viva
fuera los viejos dolores,
se cerraron tus heridas.
De tanto sufrir a solas
se acabó al fin tu agonía.
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